Bonus Track: BUCAREST 12: 08 de Corneliu Porumboiu (Rumania, 89', 2006)

Este domingo 7 de junio, 21 horas, en el mismo lugar (C. Cult. Coop. Casa Azul, Salta 55, a metros de la estación Terminal de Río Ceballos), los esperamos con BUCAREST 12: 08 de Corneliu Porumboiu (Rumania, 89', 2006) primer Bonus del Ciclo Nuevas Comedias del Mundo (penúltima entrega)

No creo en una única verdad histórica. Toda la película está basada en esto. Me encuentro a mí mismo en cada uno de mis personajes, pero cada uno de ellos tiene su propia verdad. Por encima de todo, lo que queda de una revolución, más que los símbolos o las imágenes de sus líderes, son las memorias contradictorias de personas como las de la película. Pensé en Rashomon de Akira Kurosawa: ¿como transformamos la realidad que queremos recordar? Los personajes de mi película no mienten como en la de Kurosawa, pero cuando quieren recordar algo que sucedió hace dieciséis años, empiezan a modificar la realidad. Cada persona tiene sus propios recuerdos o perspectivas. ¿Dónde está la verdad? Yo muestro las diferentes opciones, y como las personas olvidan tan rápido, la memoria empaña los hechos y transforma la realidad.

Corneliu Porumboiu

Sinopsis
En 1989 el país entero había visto en vivo por televisión al pueblo movilizado en la plaza frente al palacio de gobierno festejando la huida en helicóptero del dictador Ceasescu. En un barrio tranquilo al este de Bucarest, a 16 años de ese día histórico, Jderescu, el dueño de un canal de tv local invita a dos personas a compartir sus momentos de gloria revolucionaria. Uno es Piscoci, un viejo jubilado que suele disfrazarse de Santa Claus en las navidades, el otro es Manescu un profesor de historia endeudado por dilapidar su sueldo en bebida. Juntos van a evocar el día en que irrumpieron frente a la casa de gobierno al grito de "Fuera Ceasescu". Pero muchos televidentes llaman al programa para refutar la versión de estos curiosos personajes, sosteniendo que Ceasescu huyó y la gente luego llenó las calles y las plazas. ¿Fue o no fue una verdadera revolución? ¿Cuál es la verdad histórica? El debate transita por los ribetes del absurdo ante unas torpes cámaras de tv que no logran acertar un solo encuadre.