Domingo 18 de octubre, 21 hs. en el CCC Casa Azul, Salta 55,
a metros de la terminal de Río Ceballos
Entrada libre y contribución voluntaria.Sinopsis:
Isa (profesor de arqueología) y Bahar (directora
artística de una telenovela) están de vacaciones
en el sur de Turquía, las últimas que pasarán
juntos. La pareja se separa y cada uno decide
volver solo a Estambul. Después de un solitario
y lluvioso otoño, Isa decide ir a buscar a su
mujer a una remota región donde ésta se
encuentra en pleno rodaje, para intentar recomponer
su relación, o quizá para comprender que
es imposible retomarla.
Cuidada formalmente (la luz, los
encuadres y la esmerada composición
de sus planos sigue recordando
la faceta como fotógrafo del realizador
turco), Los climas se adentra en
las posibilidades expresivas del
plano fijo y de la relación que dos
figuras (una enfocada en primer
plano, otra desenfocada al fondo)
mantienen en la imagen, cómo el
peso o la indefinición de sus formas
va desdibujando la presencia emocional
de un cuerpo hasta quedar
borrado de plano, tal que en esa sintética
imagen final, donde mediante
un lento fundido, y sin necesidad de
cambiar de plano, Ebru Ceylan desaparece
de cuadro para dejar tras
de sí un entorno vacío salpicado por
la nieve que cae, espacio metafísico
que como en el cine de Antonioni, o
como en la pintura de De Chirico,
remite a un universo donde la figura
humana se ha esfumado para dejar
tras de sí tan sólo un puñado de
restos arquitectónicos, erosionado
recuerdo de su paso por este
mundo, e indescifrable y mudo jeroglífico
para futuros exploradores de
los misterios del alma humana.
Crítica de Santiago Gallego
www.filmotecadeandalucia.
encuadres y la esmerada composición
de sus planos sigue recordando
la faceta como fotógrafo del realizador
turco), Los climas se adentra en
las posibilidades expresivas del
plano fijo y de la relación que dos
figuras (una enfocada en primer
plano, otra desenfocada al fondo)
mantienen en la imagen, cómo el
peso o la indefinición de sus formas
va desdibujando la presencia emocional
de un cuerpo hasta quedar
borrado de plano, tal que en esa sintética
imagen final, donde mediante
un lento fundido, y sin necesidad de
cambiar de plano, Ebru Ceylan desaparece
de cuadro para dejar tras
de sí un entorno vacío salpicado por
la nieve que cae, espacio metafísico
que como en el cine de Antonioni, o
como en la pintura de De Chirico,
remite a un universo donde la figura
humana se ha esfumado para dejar
tras de sí tan sólo un puñado de
restos arquitectónicos, erosionado
recuerdo de su paso por este
mundo, e indescifrable y mudo jeroglífico
para futuros exploradores de
los misterios del alma humana.
Crítica de Santiago Gallego
www.filmotecadeandalucia.
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